jueves, 18 de junio de 2009

Los precios del petróleo y los combustibles

He leído en ELPAÍS.com la noticia que dice que los principales combustibles de automoción cuestan menos que hace un año, cuando iniciaban una escalada al alza como consecuencia del repunte del precio del crudo, que en julio de 2008 llegó a alcanzar los 147 dólares el barril. Con ese precio del petróleo, la gasolina y el gasóleo llegaron a costar 1,260 y 1,305 euros, respectivamente.

Se dice también en la noticia que en España el precio de los combustibles es inferior al de la Unión Europea. Y, también, que actualmente con un precio del barril de unos 71 dólares, los precios de la gasolina y el gasóleo están en 1,025 y 0,904.

Quiere decirse que mientras el precio del barril de crudo se ha reducido algo más de un 50%, los combustibles solo lo han hecho, aproximadamente, un 17% la gasolina y un 30% el gasóleo. Así que claro que cuestan menos los combustibles que hace un año, pero no tanto menos como deberían costar.

Y, sin embargo, el Gobierno sube el impuesto sobre las gasolinas. Tal vez sea lógico, para reducir consumo y contaminación, vale, pero que no lo justifiquen diciendo que cuesta menos que el año pasado y que en la Unión Europea.

Manuel Navarro Seva
Publicada en EL PAÍS el 18 de junio de 2009

2 comentarios:

Nelo dijo...

Los que utilizamos nuestro propio vehículo para trabajar (en mi caso hago una media de 50.000 kms/año) no sólo sentimos indefensión sino también la merma indiscriminada de poder adquisitivo, ya que estas medidas influyen más directamente en nuestra economía doméstica que en la mayoría. Ójala tener un coche fuera un lujo o un vicio y no una necesidad. ¿Por qué no subir el combustible sólo para los vehículos turismos de lujo de gran cilindrada, por ejemplo?
Saludos
Nelo

Manuel Navarro Seva dijo...

Hola, Nelo, este tipo de medidas son impopulares, claro. Subir impuestos indirectos perjudica a la clase media. A los ricos ricos les da lo mismo y a los pobres también, pues, usan menos el coche si es que lo tienen. Los que usan el coche para trabajar lo sufren más que nadie.
En época de crisis hay que equilibrar la necesidad de aumentar el consumo bajando los impuestos, y recaudar más para poder pagar los subsidios y servicios. En fin, tarea dificil la de gobernar, supongo.
Un saludo y gracias por el comentario,
Boris.