martes, 11 de octubre de 2011

El Edén

Adán y Eva de Hugo Van der Goes

La serpiente me quedó más gorda de lo previsto, pero el árbol y la manzana parecían de verdad. Javi hizo una birria de Adán, y Luisa, una Eva que parecía un espantapájaros, con aquellos pelos amarillos tapándole los pechos. Enrique tenía que hacer a Dios y no sabía cómo; yo le dije: «con una barba larga, una túnica blanca y unos ojos grandes que lo vean todo»; y él que no, que prefería hacer una paloma, que también era Dios. Cuando volvió la seño, que había salido a telefonear y a fumarse un cigarro, faltaba el querubín con la espada, pero se nos había acabado la plastilina.


©Manuel Navarro Seva
Madrid, octubre de 2008

4 comentarios:

Esther dijo...

La paloma y el querubín con la espada...: síntesis del Edén.

Me encantó, Boris.

Abrazos!

Manuel Navarro Seva dijo...

Gracias, Esther.

Abrazos,
Boris.

Nelo dijo...

La magia del relato ha sido, para mí, transportarme a esa mesa de pupitre donde trabajan los niños sobre una idea inconclusa. Muy buen texto. Saludos!

Manuel Navarro Seva dijo...

Gracias, Nelo, por pasarte y por viajar a esa mesa de pupitre. Saludos.