El viernes pasado por la tarde fui yo solo al cine Renoir Retiro. Todavía estaban poniendo anuncios en la pantalla, antes de empezar la película, cuando me levanté para dejar paso a una mujer que llevaba una caja gigante de palomitas y una Coca Cola grande. Se sentó a mi lado y empezó a comer en cuanto se acomodó en la butaca. No me di cuenta, sin embargo, del ruido que hacía con la boca hasta que empezó la película. Masticaba, sorbía. Yo, descentrado, no podía seguir la película, pero no me atreví a llamarle la atención. En un momento dado, la miré de reojo, metí la mano en la caja y empecé a comer palomitas también. Ella, sin dejar de mirar la pantalla, me ofreció el vaso y acepté.
© Manuel Navarro Seva
Relato incluido en el libro Otras cosas que no te conté.