Blanca Miosi nació en Perú,
de padre japonés y madre peruana, vive en Venezuela desde hace décadas. Me
hubiera gustado sentarme con ella en una cafetería de Caracas y conocerla en
persona, pero gracias a las nuevas tecnologías podemos hacerlo desde la
distancia.
Conozco a Blanca por las
redes sociales y los foros literarios de internet, pero también a través de sus
libros, de los que he leído varios. Es una escritora prolífica. Su primera
novela es El pacto (2004), su segunda
novela, la más célebre y quizás la que más satisfacciones le ha dado es La búsqueda, ganadora del Thriller Award
en el 2007, una novela que narra una historia real, la de su propio esposo, prisionero y superviviente de los campos
de concentración de Auschwitz y de Mauthausen; novela que ha sido traducida al
inglés, francés e italiano, y publicada también en Amazon, donde ha recibido
muy buenas críticas internacionales y se ha mantenido en el primer lugar del TOP 100 de los libros más
vendidos durante un año y cuatro meses consecutivos y, todavía, después de tres
años sigue en los primeros lugares.
Ha
publicado en papel con Editorial Roca (La
búsqueda, 2008), Editorial Viceversa (El
legado, 2009) y Ediciones B; también ha publicado como autora independiente.
Blanca, además de escritora eres diseñadora de
modas y tienes un taller de costura. ¿Cómo te llegó la afición por la
escritura?
Creo
que mi labor como diseñadora tuvo mucho que ver. Cuando trabajas con la
creatividad entras en un estado Alfa en el que la mente corre libre no solo con
la tarea que estás haciendo en ese momento como dibujar un diseño y llevarlo a
la práctica. Es algo muy difícil de definir. Solía escuchar música mientras
trabajaba y me abstraía del ruido, de las conversaciones de las operarias, de
todo lo que me rodeaba. Me ayudó a aprender a concentrarme y de pronto surgían
las ideas que más tarde se convertirían en novelas.
¿Sigues trabajando como diseñadora o abandonaste esa
actividad para dedicarte a escribir?
Dejé
la actividad no porque lo deseara. Fueron otras circunstancias las que marcaron
el rumbo de lo que ahora soy. Solo escritora.
¿Cuántas horas pasas al día delante de una
pantalla de ordenador?
Probablemente
siete, tal vez más cuando estoy en plena elaboración de una novela. Pero no
todas las horas las dedico a escribir. Entro a Facebook, Twitter, investigo un
sinfín de detalles en internet. También me lleva tiempo responder mi correo.
¿Haces algún tipo de ejercicio físico con
regularidad?
Subo
y bajo escaleras. Vivo en un piso 11 y un amigo me aconsejó que hacerlo es un
buen ejercicio.
¿Qué significaron para ti los foros literarios y
qué recuerdos guardas de ellos?
Fueron
la entrada al mundo comunitario de los escritores. Antes de los foros no sabía
cómo hacer para contactar con ellos, fue en los foros donde encontré los amigos
que hasta ahora conservo y que me ayudaron más que cualquier academia o taller
de escritura. Especialmente uno, implacable a la hora de leer mis manuscritos y
de quien aprendí mucho.
¿Cómo te organizas para escribir una novela?
Lo
principal es tener una idea general de lo que deseo contar. No puedo empezar
una novela sin saber cuál podría ser el final porque sería como caminar dando
palos de ciego. En lo personal creo que una historia debe dirigirse
inexorablemente hacia un determinado punto, si no es así la impresión que
dejaría en el lector es que el escritor está divagando a medida que escribe.
¿Piensas que La
búsqueda es tu mejor libro? ¿Cómo surgió la idea para escribirlo?
Hace
un par de años te podría haber dicho que no lo consideraba mi mejor libro. Hoy
puedo decir que sí lo es. Ya desde sus inicios fue un libro especial. Se
juntaron varios elementos en una génesis improbable. ¿Quién podría pensar que
un polaco superviviente de los campos de concentración nazis podría algún día
encontrarse en el otro extremo del mundo con una joven veintitrés años menor que
algún día escribiría su historia?
Si
tomo en cuenta que para la época en que nos conocimos yo ni formaba parte de su
círculo de amistades ni tenía la más remota idea de lo ocurrido en los campos
de concentración; mucho menos de que después de treinta y cuatro años
escribiría un libro —no
digamos La búsqueda; cualquier otro,
pues jamás se me había cruzado por la mente la idea de escribir uno—, me parece que
tu pregunta acarrea mucho más que una simple idea.
La
vida tiene caminos extraños y a los hechos me remito. Tuve que escribir una
primera novela (muy mala, por cierto, romántica, con ciertos elementos
fantasiosos), que a las personas que me rodeaban: mi marido, en esa época; mi
hijo, Rosa, mi hermana, y mis siempre recordadas amigas Cointa y Ana María, les
encantó. Aún hoy cuando hablo con ellas recuerdan aquella primera novela. Waldek
fue el más entusiasmado. La leyó de una sentada y me dijo con cara de asombro: «No
sabía que escribías». Días después me
hizo el encargo más importante que alguna persona me haya pedido. «Blanquita,
quiero que escribas la historia de mi vida». Y eso hice.
¿Cuáles son los ingredientes necesarios para
escribir un best seller?
Muchas
personas creen que escribir un best
seller requiere de una fórmula. También fui una de ellas. Es difícil saber
cuándo un libro se convertirá en un superventas. Sin embargo, siempre es bueno tener en cuenta que existen
algunos parámetros que podrían encaminarlos:
Antes
que nada, el embalaje. Es lo que se ve a primera vista: La portada y la
sinopsis. Creo que la mayoría de los lectores me darán la razón. Pero una vez
comprada, la historia que ofrece debe justificar el hermoso paquete. Si en la
sinopsis hablas de la Guerra del Golfo no puedes narrar en la historia un
amorío que nada tiene que ver con esa guerra por el simple hecho de que el
protagonista alguna vez vivió en Irak y durante el resto de la historia no
ocurra nada que lo involucre con dicha guerra.
El
contenido y su presentación, como el tamaño de la letra, una buena
maquetación; la cuidadosa utilización
del lenguaje, así como la belleza en cada línea, en cada párrafo, la claridad
de las ideas expuestas sin que parezca una enciclopedia y lo más importante: la
historia que se cuenta, son los ingredientes para que cualquier libro pueda ser
un best seller.
¿Piensas que tus libros tienen esos ingredientes?
Al
menos trato de que los tengan. He visto libros muy buenos con portadas que no
dicen nada. Sinopsis que en lugar de atraer alejan; otros con buenas portadas y
magníficas sinopsis pero con un contenido tan poco apetecible que es fácil
darse cuenta por qué la mayoría de libros no venden.
Eres una escritora que comenzó publicando con una
editorial. ¿Por qué decidiste publicar más tarde en Amazon?
Es
una de las cosas por las que digo que la vida tiene caminos extraños. Mi agente
ofreció El manuscrito I El secreto a
la editorial que había publicado El
legado. Después de unos días ellos me escribieron directamente para decirme
que la situación no les permitiría publicar mi novela. Yo no me creí el cuento
y supuse que era porque la novela no les había gustado. Dediqué un par de meses
a releerla y hacer algunos cambios, pero en el ínterin un amigo que había
empezado a publicar en Amazon dijo en un post en su blog cómo hacer para subir
los libros a esa plataforma. A él le iba genial y vendía cantidades asombrosas
inclusive para cualquier editorial. Publiqué La búsqueda, El legado y Dimitri Galunov. Y no pasó nada. Cuando
terminé de hacer las correcciones en El
manuscrito la subí a Amazon un poco desanimada por los resultados con las
otras novelas y, para mi sorpresa, empezó a venderse en cantidades increíbles.
Así fue como empezó todo. Los lectores empezaron a comprar mis otras novelas y
la mayoría se centró en La búsqueda.
¿Cómo ves hoy el sector editorial y la
autoedición?
Después
de que una importante editorial comprara los derechos de El manuscrito y La última
portada. No he vuelto a publicar a través de esa vía. No porque no me hayan
faltado propuestas. Creo que como escritora independiente muevo mejor mis
novelas sin tener que compartir ganancias. Igualmente hago el trabajo de
promoción que les correspondería a ellas, así que aparte de la distribución en
físico en algunos países, no le veo mayor beneficio. Eso también lo hace Amazon
con gran eficiencia.
No
soy de la idea de que las editoriales no prestan atención a los escritores
noveles y rechazan las obras sin haberlas leído. Yo también fui novel y leyeron
mis novelas y me ficharon en tiempo récord. Lo que creo es que se interesan en
aquellas que les parecen más comerciales en algunos casos, y en otros en las
que tienen mayor calidad. Lo que sí es cierto y lo digo por experiencia, es que
una vez lanzado el producto —es
decir, la novela—,
la editorial no se ocupa más de él. No se comprende cómo arriesgan su tiempo y
dinero en algo a lo que no le dan seguimiento. Una novela, según palabras de un
editor dichas a su servidora, tiene un
tiempo máximo de vida de tres meses. Si durante esos tres meses no se ha
convertido en un éxito, según ellos, no lo hará después.
Ahora
bien, tres meses es un tiempo insuficiente para que la novela se haga conocida
si no ha estado precedida por una campaña formidable de divulgación, como para
que el título, la portada o la cara del autor se haya fijado en la retina del
público a fuerza de repetición y de verla en todos los lugares: televisión,
entrevistas, radio, carteles en vallas, librerías, etc. Algunas editoriales prestan atención a
algunas novelas y resultan un boom, y otras un fracaso, lo que las lleva a
seleccionar la próxima y no siempre aciertan. No es fácil ser editor. Pero
tampoco es fácil ser escritor y estar al garete en espera de que una editorial
apueste por uno. Por eso creo que gran cantidad de escritores se decantan ahora
por publicar de manera independiente, incluso algunos que ya lo hacen por
editoriales, como es mi caso.
¿Piensas que las grandes editoriales están
adaptándose a las nuevas formas de leer un libro?
Ya
las editoriales publican los libros en versión digital. Todas tendrán que
adaptarse a las nuevas tecnologías, no les queda más remedio, también deberán
hacerlo las librerías, tendrán que inventar alguna manera, pero lo harán.
Se dice que los libros autoeditados no tienen la
calidad que tiene un libro editado por una editorial. ¿Qué opinas?
Es
probable que sea cierto, aunque no estoy totalmente de acuerdo. Hay muchos
libros autoeditados que tienen mayor calidad que los editados por editorial, en
todo sentido.
¿Piensas que la piratería de libros digitales
está afectando seriamente a las ventas? ¿Qué habría que hacer para impedirla?
La
piratería siempre ha existido y me temo que seguirá existiendo. En unos países
más que en otros, pero yo no le doy la importancia que le dan algunos. En
general los que más se quejan de ella son los que no venden y culpan a los
piratas. Los que acostumbran piratear jamás comprarían un libro, es así de
sencillo. Ahora, que si no existiera la piratería, es probable que las ventas
se incrementasen, pero es como pedir peras al olmo.
Sueles ayudar a los escritores noveles con tus
consejos. ¿Qué recomendarías a un autor que va a negociar su primer contrato
con una editorial?
Los
noveles cuando tienen delante su primer contrato no piensan con el cerebro sino
con las entrañas. Firman cualquier cosa aun sin leerla, como si la editorial
fuera a desanimarse de publicar su novela, y no es así. Antes de presentar el
contrato ya ellos han hecho unos cálculos para saber si la obra los
beneficiará. Lo primero que deben hacer es fijarse en el tiempo que estarán
bajo contrato. Cuantos menos años mejor. Y si es posible, quedarse con los
derechos digitales, lo que les permitirá publicar por cualquier plataforma en
el caso de que la novela en papel no llegue a tener el éxito esperado.
No
deben bajo ningún concepto, firmar por TODOS los derechos: Audiovisuales,
cinematográficos, traducción, etc. Eso es muy fácil de estipular aunque se
trate de una editorial importante.
Usas las redes sociales para dar mayor
visibilidad a tus obras y ayudas a otros escritores a promocionar las suyas.
¿Cómo deben utilizarse estos medios para que sean eficaces y no lleguen a
cansar a los usuarios?
Siempre
que se habla de redes sociales se toca el punto de no cansar a los usuarios. En
las redes sociales existen miles de millones de usuarios, el asunto es que si
nos dedicamos a promocionar a través de Twitter, por ejemplo, también debemos
asegurarnos de que nuestros contactos vayan aumentando. Es decir, seguir a más
personas para que a su vez nos sigan, de esta manera nuestros avisos se
expandirán a un círculo cada vez más extenso y variado. Conformarse con 1000
seguidores es enviar los mismos avisos a
esos mil usuarios todo el tiempo.
Por
otro lado, si alguno se “cansa” de recibirlos lo único que debe hacer es
bloquearnos. Nadie está obligado a ver lo que no desea. Nuestro trabajo además
de escribir es dar a conocer nuestros libros, en ese sentido es una obligación
si deseamos ser leídos.
Dime qué tres escritores (que no sean indies) admiras
y cómo han influido en tu escritura.
Como
he dicho en otras entrevistas no soy lectora de escritores de culto. Mis
escritores favoritos son Frederick Forsith, John Grisham, Morris West y
Alejandro Dumas, entre otros.
Solamente has publicado un libro de cuentos El piso de la calle Ryden y otros cuentos.
¿Piensas que el cuento es un género menor?
No.
Pero es lo que la mayoría de lectores parece creer. Tampoco opino que sea más
difícil escribir un cuento que una novela pese a los que dicen que se requiere
de una técnica depurada y un excepcional manejo de los tiempos para hacerlos.
Para mí es un género literario más en el que, al igual que la poesía, pocos son
los que destacan.
Publiqué
El piso de la calle Ryden con
relativo éxito, porque la mayoría de lectores prefiere novelas.
¿Crees que el haberte convertido en la autora que
más ha vendido en Amazon te ha cambiado?
Cómo
no. Ha cambiado la percepción que tenía de mis novelas; me ha dado mayor
seguridad como escritora, pues sé que lo que escribo interesa a gran cantidad
de personas y no hay mayor motivación que el saber que serás leído.
Actualmente trabajas en una novela que llevará
por título El rastreador. Ya tienes
la portada. ¿De qué trata y cuándo estará disponible?
Es
la primera vez que tengo la portada antes de terminar una novela y, la verdad,
ver esa carátula me ha incentivado mucho. El rastreador trata de un hombre que
fue miembro de la fuerza de cuerpos especiales de la armada estadounidense, los
que aún se conocen como los SEALs, (Acrónimo de Sea, Air y Land: Mar, Tierra y
Aire) a pesar de que el nombre ha cambiado a DEVGRU. El protagonista, Kevin
Stooskopf tendrá una misión: infiltrarse en un grupo terrorista internacional
para obtener información acerca de uno de los atentados más macabros que la
organización planea. También la de rescatar a otro miembro de las fuerzas
especiales. Está situada en tiempo real por lo que será muy fácil verificar
algunos hechos que se suceden en una trama de acción, misterio, intriga y
aventura, donde el amor como en todas mis novelas, tiene lugar aunque no sea el
tema principal.
Espero
terminarla para marzo o abril del 2015.
Y por
último, ¿dos consejos a un autor que empieza?
Los
autores que empiezan no escuchan consejos. Tienen el deber y el derecho de tropezarse con sus propias
piedras. De todos modos la red está llena de información al respecto, lo único
que les diría es: ¿quieres ser escritor? Escribe.
Blanca,
ha sido un placer charlar contigo. Agradezco tu colaboración y te felicito por
tus éxitos.
El placer ha sido mío, muchas gracias por tus preguntas. ¡Espero que tus lectores no se aburran con mis respuestas!
Manuel Navarro Seva
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