domingo, 12 de junio de 2016

Alicia y el teorema de los monos infinitos

Ayer recibí la nueva novela de Mayte Uceda, una escritora que ha publicado su primer libro con la editorial Planeta, no será el último que publique con ellos, y que ha triunfado en Amazon con sus anteriores novelas: Los Ángeles de la torre y Un amor para Rebeca. Esta última traducida al inglés y alemán. He leído las dos y siempre he dicho que Mayte escribe de una manera tan... natural, sencilla y coloquial que sus libros se beben con avidez. Me encanta su prosa, me encantan sus argumentos y me encanta su forma de escribir novelas de amor en las que la intriga te envuelve llevándote a desear conocer el final. 


Cuando ayer rasgué el sobre para sacar el libro de su envoltorio sentí una agradable sensación, una mezcla de orgullo de contarme entre sus amigos y de admiración por ser la escritora que es, y, como le dije a ella en un correo para agradecerle el regalo, se me puso el vello de punta al tener el libro entre mis manos. 

Tuve el privilegio de leer esta nueva novela de Mayte antes de que pasara por los filtros y revisiones de la editorial. Me causó una buenísima impresión, me divertí a tope, y ahora la leeré de nuevo, en papel, y disfrutaré otra vez de sus 460 páginas.



Sirvan estas breves palabras para desearle a Mayte Uceda mucho éxito con Alicia y el teorema de los monos infinitos, que estoy seguro conseguirá, y darle mi enhorabuena por este nuevo trabajo con el sello de Planeta.

Muchas gracias, Mayte Uceda. 

Sinopsis:

4 comentarios:

Mayte Uceda dijo...

Muchísimas gracias por tus palabras, Manuel, por lo que dices y por estar siempre dispuesto a leer todo lo que escribo. Sabes que valoro mucho tu opinión y me considero afortunada de tenerte de compañero en este mundo literario. Un abrazo.

Manuel Navarro Seva dijo...

A ti, Mayte. Un abrazo y mucho éxito.

María José Moreno dijo...

Yo estoy deseando de leerla. Leí el primer capítulo y me llevé una excelente impresión. Mayte es una escritora como la copa de un pino. Felicidades.

Manuel Navarro Seva dijo...

Estoy de acuerdo, María José. Un abrazo.