martes, 14 de junio de 2016

Notas sobre Polonia (IV). Cuarto día (continuación). Wroclaw


Wroclaw (nombre que en polaco se escribe con 'l partida', que suena como una 'u': WROCŁAW. Se pronuncia, más o menos, como Vrósuav). 

Después del almuerzo en un restaurante céntrico de esta maravillosa ciudad, Elisabetta, nuestra guía, nos concedió tiempo libre para visitar un mercadillo artesanal junto a la plaza Mayor, tomar un café en una terraza al aire libre o descansar unos minutos en una de las hamacas de una playa improvisada en una esquina de la plaza. Yo hice las tres cosas.

Descanso en una playa instalada en la plaza Mayor

Terminado el tiempo libre nos reunimos todos en la plaza Mayor, junto a la fuente modernista, donde nos esperaban Elisabetta y el guía local, un polaco que hablaba un español fluido con acento mexicano, para contarnos un poco de la historia de Wroclaw e iniciar el recorrido por el casco antiguo de esta preciosa villa. 

Wroclaw es la cuarta ciudad de Polonia, con 632 000 habitantes, y la capital de la zona administrativa (o voivodato) de Baja Silesia. Está situada al sudoeste del país, cerca de Alemania y de la República Checa.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue parcialmente destruida, y reconstruida en la posguerra.
Estuvo bajo el dominio checo, austriaco y, finalmente, alemán hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Los acuerdos de Yalta y Potsdam entre los aliados permitieron a Polonia recuperar no solo Wroclaw sino toda la Silesia. Los habitantes alemanes fueron deportados a Alemania y durante la posguerra la ciudad fue repoblada con polacos por el régimen comunista.

Una vista de la plaza Mayor
Vista de la fuente en la plaza Mayor
La plaza Mayor o del Mercado es una de las más grandes de Europa y la segunda en extensión de Polonia, por detrás de la de Cracovia. 
En ella tienen cabida junto a edificios modernistas otros de estilo gótico y renacentista de llamativos colores, y el antiguo ayuntamiento, uno de los edificios más hermosos de Wroclaw


Detalle del antiguo ayuntamiento
Iglesia de Santa Isabel
La basílica de Santa Isabel se encuentra junto a la plaza Mayor. La fachada, como es habitual en Polonia, es de ladrillo rojo. 
Es una iglesia del siglo XIV que disponía de una torre de 130 metros de altura coronada por una aguja gótica. La torre quedó destruida en 1529 por una tormenta, y fue reconstruida años más tarde en estilo renacentista.



Vista del Oder y uno de los puentes


El río Oder y sus numerosos afluentes dividen la ciudad en doce islas conectadas por más de cien puentes, por ello a Wroclaw se la conoce también como la 'Pequeña Venecia'.

La Universidad de Wroclaw junto al Oder

Puente de acceso a la Isla de la Catedral
Vista de la catedral gótica de San Juan



Detalle de la catedral de san Juan
Altar mayor de la catedral
Antes de terminar esta nueva entrega sobre Polonia, dejen que les cuente el secreto de los enanitos de Wroclaw, una población de pequeños gnomos de bronce que comenzaron a aparecer por la ciudad a principios de los 80 con objeto de cazar a un duende que robaba comida a los habitantes de Wroclaw. En realidad, fueron la obra de un grupo clandestino que quería mostrar su rechazo a los lemas del comunismo mediante el uso del sarcasmo y la sátira.
Si van a Wroclaw alguna vez, búsquenlos. Están por todas partes.

Gnomo 
Gnomos 
Concluida la visita a la ciudad, el autobús nos llevó a nuestro hotel. Después de la cena en el lobby bar tomamos un chupito de soplica, un vodka de cereza típico del país, bastante suave.

2 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Muy interesante la crónica de la visita de esta ciudad polaca. Me ha parecido muy bonita.
Gracias por estas entradas, Manuel. Es una forma de viajar.
Un abrazo

Manuel Navarro Seva dijo...

A ti, Isabel. Polonia es un país fantástico. Un abrazo.