viernes, 2 de agosto de 2019

Notas y fotos de un viaje a las Perlas del Báltico (II)


Día 4. Estocolmo. Crucero por el Báltico (noche a bordo)-Tallin

Esa mañana, después de desayunar, con las maletas cargadas en el autobús —el guía nos recomendó llevar consigo una sola maleta y dejar la otra en el autobús, para facilitar el movimiento a bordo—, nos dirigimos al Palacio de Drottningholm, residencia permanente de la familia real sueca. Al llegar nos esperaba una guía local para acompañarnos durante la visita.
El palacio está situado a unos km de Estocolmo, en la localidad de Drottningholm. Fue construido, siguiendo el modelo francés, en el siglo XVI. En 1744 fue obsequiado a la entonces princesa Luisa Ulrica como regalo de bodas. Destacan en el conjunto, además del palacio, el teatro, la iglesia, el jardín barroco, el jardín inglés y el pabellón chino. En la visita guiada recorrimos parte del palacio y tuvimos tiempo libre para pasear por los hermosos jardines.


Vista del lago desde el palacio


Vista del jardín barroco desde el palacio (foto de dominio público)

Biblioteca

Detalle del jardín inglés

Terminada esta visita, nos trasladamos en autobús al restaurante habitual, en el centro de Estocolmo. Después del almuerzo embarcamos en un crucero con destino a Tallin.
Una vez asignados los camarotes —pequeños,  con dos camitas plegables y un minúsculo aseo con ducha—, fuimos a dejar la maleta y comprendí por qué era mejor llevar una sola con lo imprescindible.
Cuando el barco zarpó nos sentamos a una mesa en la cubierta de popa para tomar una cerveza y disfrutar del sol, de las vistas del mar, de la costa y de la brisa que acabó en un viento molesto. Regresamos al camarote y nos acicalamos para la cena. Una cena bufé variada y abundante. A continuación visitamos el teatro en cuyo escenario una orquesta animaba a bailar en la pista. Hubo también un espectáculo circense chino o coreano, no recuerdo, y una rifa curiosa. Tomamos una copa en el bar y nos retiramos a descansar. En el camarote, situado cerca de popa, el ruido de los motores era bastante molesto, así que para poder conciliar el sueño usé tapones de cera.






Día 5. Tallin

A la mañana siguiente, después del desayuno a bordo, llegamos a Tallin. Desembarcamos, subimos al autobús y nos dirigimos al centro de la ciudad para realizar una visita panorámica con una guía local, una joven española residente en la capital de Estonia.
Algunos datos de interés:
La hora. Tallin va adelantada una hora con respecto a Estocolmo y Madrid.
Estonia es una república parlamentaria que forma parte de la Unión Europea desde el 1 de mayo de 2004.
Moneda: euro.
Tiene una población de un millón trescientos mil habitantes.
El idioma oficial es el estonio, emparentado con el finlandés.
Religión: el 30 % de la población es luterana, el 28 % rusa ortodoxa, el 3 % católica. Solo un 20 % de los estonios practican alguna religión.
En 1940 Estonia fue anexionada por la Unión Soviética y en 1991 recuperó la independencia.   
Es un país llano con numerosos lagos e islas.
Tallin, capital de Estonia, tiene unos cuatrocientos mil habitantes. Es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa y el destino turístico más popular del país.
Los precios son más bajos que en Estocolmo. Un café cuesta 2,50 euros, una cerveza 3,50 euros.
Comenzamos la visita en la catedral ortodoxa Alexander Nevsky, declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad, y el Parlamento. A continuación recorrimos a pie el centro de la ciudad y tuvimos tiempo libre para visitar tiendas, comprar chocolate y algún que otro souvenir, descansar en una terraza y tomar una cerveza.
Otros monumentos destacables son: el Ayuntamiento, un edificio de estilo gótico de principios del siglo XV, que se encuentra en la plaza del Ayuntamiento; la iglesia de san Olaf, del siglo XII, con una torre de 124 metros acabada en un tejado puntiagudo; la iglesia del Espíritu Santo, terminada en 1360, conserva hoy día la forma original. Tiene el reloj, pintado en la fachada, más antiguo de Tallin; la Farmacia Municipal, una de las más antiguas de Europa que aún está en funcionamiento, situada frente al Ayuntamiento; la iglesia de san Nicolás, originalmente construida en el siglo XIII, y reformada en el XV.

Catedral ortodoxa Alexander Nevsky
Parlamento

Torre de la iglesia de san Nicolás
Torre de la iglesia de san Olaf. (Foto de Diego Delso)

Ayuntamiento. (Foto de Diego Delso)

Mercadillo de la plaza del Ayuntamiento
Plaza del Ayuntamiento por la tarde
Farmacia antigua

Visita opcional al palacio Kadriorg y a Pirita.

El palacio Kadriorg fue construido en 1710 por Pedro I el Grande de Rusia como regalo a su esposa, Catalina. Es de estilo barroco, de fachada roja y blanca. En el interior se expone una colección de pintura extranjera, forma parte del museo de Arte de Estonia, y en el exterior dispone de un bonito jardín, un estanque y una arboleda. En este parque se encuentra la residencia del presidente de la república de Estonia.

Palacio Kadriorg

Palacio Presidencial. (Foto de Diego Delso)
Después del almuerzo visitamos el auditorio al aire libre de Pirita, construcción de la época soviética donde se celebra cada año el festival nacional de la canción y, a veces, conciertos de rock.

Auditorio

Foto de grupo ante la estatua de Gustav Ernesaks, compositor y director de coro

Nos dirigimos al hotel, nos acomodamos y, después de la cena, dimos un agradable paseo nocturno guiado por la ciudad medieval.

Muralla de la ciudad medieval

Pasaje de santa Catalina

Calle Luhike Jalg (pierna corta), acceso a un mirador

Jardín del rey de Dinamarca. Uno de los tres monjes


Día 6. Tallin-Helsinki

A primera hora de la mañana, después del desayuno, embarcamos en un crucero con destino a Helsinki. El viaje duró unas 2 horas. Tuvimos tiempo para leer sentados a una mesa de la cafetería, y para contemplar el Báltico y la costa. Desembarcamos, nos acomodamos en el autobús y nos dirigimos al restaurante a comer. A continuación, realizamos una visita panorámica de la ciudad con guía local.
Datos de interés:
La hora. Helsinki va una hora adelantada con respecto a Madrid.
Moneda: euro.
Población: Finlandia tiene unos cinco millones y medio de habitantes, Helsinki seiscientos treinta mil.
Idioma: Finlandés. La mayoría de los habitantes hablan inglés y sueco.
Religión: mayoritariamente luterana, una minoría es ortodoxa rusa
Transporte: muy eficiente, es uno de los mejores de Europa. Tranvía, autobús, metro y ferry. Hay billetes especiales para turistas. Los taxis se pueden parar por la calle. Hay cientos de km de carril bici.
Educación: posee un sistema educativo mundialmente reconocido por su excelente nivel.
Precios: todo es algo más caro que en España. Los sueldos son bastante más altos.
El billete de autobús cuesta 2,50 euros. Una pinta de cerveza, 4 euros. Un café, 3 euros. Muchos finlandeses se trasladan en el ferry a Tallin para comprar ciertos artículos más baratos.
Visitamos el mercado viejo, un edificio de ladrillo rojo en el que hay tiendas de chocolates, pescados y mariscos, carnes de diferentes animales, caramelos, fruta muy cara…, la plaza del Senado, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad. En ella destacan: la catedral luterana de Helsinki, un imponente edificio de color blanco y cúpulas verdes que domina la plaza; en el centro de esta plaza se erige un monumento a Alejandro II de Rusia; a uno de los lados se encuentra el palacio del Consejo de Estado y enfrente el edificio central de la Universidad de Helsinki. Pasamos cerca del estadio olímpico, que fue el centro de las actividades olímpicas de los juegos de Helsinki de 1952; visitamos la iglesia luterana de piedra, excavada en la roca, bañada por la luz natural que entra por la cúpula. Y la Biblioteca Central Oodi, diseñada como un conjunto de espacios públicos que ofrecen una amplia gama de servicios: biblioteca, salas de estar y espacios de trabajo para los ciudadanos. Disponen de libros en distintos idiomas, entre ellos el español.
Después de la cena en el hotel, dimos un paseo por los alrededores y nos retiramos a descansar.

Plaza del Senado

Iglesia luterana de piedra
Biblioteca Oodi

Día 7. Helsinki-Porvoo

Después del desayuno nos desplazamos en autobús a Porvoo, la segunda ciudad más antigua de Finlandia, después de Turku. Está a unos 50 km de Helsinki. Posee un pintoresco casco antiguo y preciosas casas rojas junto al río Porvoo. Fue un importante centro comercial. Hoy en día es una ciudad turística muy visitada.
La catedral luterana de Porvoo está situada en el centro del casco antiguo. Fue construida a comienzos de siglo XIV, se quemó cinco veces y fue reconstruida.
La ciudad dispone de muchos restaurantes, cafeterías, tiendas, museos y un mercadillo de artesanía.
Tiene varios fabricantes de chocolate como Bruberg’s Chocolate Factory. 

Calle de Porvoo
Calle de Porvoo

Campanario de Porvoo
Catedral y campanario
Catedral

Río Porvoo

Río Porvoo
Terminada la visita, de regreso a Helsinki,  nos detuvimos para hacer fotos del parque Sibelius, donde se erige un monumento al compositor finlandés Jean Sibelius.

Órgano

Sibelius
Antes de ir a comer al restaurante hicimos un alto en el camino para ver la catedral ortodoxa Uspenski o de la Dormición de María. Está construida en ladrillo rojo y ubicada en una colina. Dispone de 13 cúpulas que representan a Cristo y los doce apóstoles.

Catedral ortodoxa Uspenski
Catedral ortodoxa Uspenski (foto de Diego Delso). 

Esa tarde, después de comer, tuvimos tiempo libre para pasear por el centro de Helsinki, visitar el mercado del puerto, la plaza del Senado, y tomar una cerveza en una bonita y cómoda terraza. 


Día 8. Helsinki-Estocolmo-Madrid

Después del desayuno fuimos de compras al centro comercial Ainoa, hicimos unas fotos en los jardines del hotel Tapiola Garden, cargamos las maletas en el autobús y nos dirigimos al aeropuerto Helsinki-Vantaa para iniciar un largo viaje de regreso a Madrid vía Estocolmo, con tiempo de sobra para comer algo en el aeropuerto y charlar con los compañeros de viaje. Llegamos a Madrid a eso de las 23.30. Afortunadamente, no se perdió ninguna maleta.


Despedida