sábado, 4 de abril de 2020

Mascarillas



Nos quedan dos mascarillas de las que trajimos de Japón en diciembre del 2017. Allí mucha gente las llevaba puestas por la calle con objeto de no contagiar a los demás. Se supone que tenían la gripe o un simple catarro. En estos días de confinamiento he dedicado un rato a mirar las fotos de aquel viaje. Fue un viaje asombroso. Qué gente tan considerada. Qué cultura tan distinta a la nuestra. Qué paisajes. Qué templos. Qué trenes…
Ayer me puse una de las mascarillas japonesas para bajar la basura al contenedor del sótano. Abrí la puerta y pulsé el botón del ascensor con un poco de aprensión. Metí las bolsas en los cubos y regresé. Le di al bajo y salí a ver cómo estaba todo. Me hubiera gustado encontrarme con alguien, charlar un poco a través de la distancia social, pero no había ni un alma. Volví a casa y me lavé las manos con jabón durante un buen rato. A las ocho de la tarde salí al balcón a aplaudir y saludé con la mano a la gente del bloque de enfrente.

Madrid, 3 de abril de 2020
© Manuel Navarro Seva

2 comentarios:

Recomenzar dijo...

Maravillosa entrada real bien escrita te entiendo y te felicito

Manuel Navarro Seva dijo...

Gracias. Me alegra saber que te ha gustado.