Adán y Eva de Hugo Van der Goes |
La serpiente me quedó más gorda de lo previsto, pero el árbol y la manzana parecían de verdad. Javi hizo una birria de Adán, y Luisa, una Eva que parecía un espantapájaros, con aquellos pelos amarillos tapándole los pechos. Enrique tenía que hacer a Dios y no sabía cómo; yo le dije: «con una barba larga, una túnica blanca y unos ojos grandes que lo vean todo»; y él que no, que prefería hacer una paloma, que también era Dios. Cuando volvió la seño, que había salido a telefonear y a fumarse un cigarro, faltaba el querubín con la espada, pero se nos había acabado la plastilina.
©Manuel Navarro Seva
Madrid, octubre de 2008
4 comentarios:
La paloma y el querubín con la espada...: síntesis del Edén.
Me encantó, Boris.
Abrazos!
Gracias, Esther.
Abrazos,
Boris.
La magia del relato ha sido, para mí, transportarme a esa mesa de pupitre donde trabajan los niños sobre una idea inconclusa. Muy buen texto. Saludos!
Gracias, Nelo, por pasarte y por viajar a esa mesa de pupitre. Saludos.
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