He terminado de leer este libro, que no sabría decir por qué
compré. Tal vez fue solo por curiosidad. Y la verdad es que no me ha
decepcionado.
Se trata de un libro sobrecogedor que nos cuenta la agonía y
muerte del dictador Franco.
El autor fue el médico más joven, treinta y un años, que formó
parte de los treinta y tantos médicos del equipo
habitual que atendió al paciente de El Pardo, en el periodo de tiempo comprendido
entre el 15 de octubre de 1975, fecha del último consejo de ministros que
presidió el dictador, hasta el 20 de noviembre de 1975, día en que falleció.
Narra en primera persona, con conocimiento de causa y con
todo lujo de detalles médicos, la agonía del generalísimo hasta el momento de
su muerte, cuando ya nada se podía hacer por él. Y lo cuenta a su hija como si
lo hiciera a toda una generación que no vivió aquellos días tan cruciales para
el futuro de España: con la muerte de Franco moría también el régimen y se
abría un futuro incierto que podía llevarnos a una nueva guerra civil. Todo el
proceso de la enfermedad se llevó con bastante secretismo y los españoles
ignorábamos cuál era el estado real del dictador.
¿Y qué aporta esta obra que no se haya dicho ya? Mucho. Se
trata de un documento único por su veracidad al estar escrito de primera mano y,
además, con una excelente prosa y con claridad, lo que ayuda a no perderse dentro
de toda esa jerga médica que utiliza el autor, a la que no estamos
acostumbrados. El doctor Palma ha sabido componer un relato eficaz desde el
punto de vista médico, manteniéndose aparentemente al margen de juicios de
valor sobre la dictadura y los personajes que menciona en la obra. Cuenta
algunas de las anécdotas que vivió sin entrar a valorar en profundidad a las personas
cercanas a Franco, si exceptuamos al marqués de Villaverde, su jefe en La Paz,
del que dice que fue un gran cirujano cardiovascular, cosa que muchos dudaban.
José Luis Palma tuvo el privilegio de estar allí en ese
momento histórico y trató al dictador como a un paciente más, como a un viejo
enfermo en pijama que necesitaba de sus cuidados. Pero él mismo, su esposa, la
familia Franco y muchos españoles nos preguntamos si era necesario hacer sufrir
tanto al paciente, alargando su vida artificialmente, cuando lo único que le
quedaba vivo era su enfermo corazón. El autor lo justifica basándose en el
código deontológico médico, pero la respuesta quizás haya que buscarla en el
miedo al futuro de los partidarios del franquismo y de la mayoría de los
españoles.
Para los que busquen rellenar un hueco de la historia que no
había sido tratado de manera tan fiel, este libro me parece muy recomendable. Pueden encontrarlo en este enlace de Amazon
2 comentarios:
Gracias, Manuel por tu comentario que, aunque yo sea parte muy interesada y por tanto poco objetivo, me parece juicioso, riguroso en la crítica y, en cierto modo, me lo publicitas generosamente. Por esto, pero sobre todo por tu amistad, mil gracias. Un abrazo. José Luis Palma.
José Luis, mereció la pena leer tu libro. Un abrazo. Manuel.
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