A media mañana fui a recoger a Manu a su casa. Mientras
conducía iba oyendo música en la radio del coche. Pensaba en cómo estaría su
rodilla, hace días que se queja de un dolor ocasional, quizás una tendinitis. Tendré
que llevarlo al médico. Se lo dije a su fisioterapeuta. Ella me llamó al día
siguiente y me comentó que no le había dolido durante la sesión. Seguiremos
observándolo. Al llegar, aparqué en un sitio amplio, separado de la pared
—había donde elegir— para que él pudiera subir sin dificultad. Llamé al timbre
y me abrió la monitora de turno. Me dijo que pasara al despacho y la noté
seria. Tanto que pensé que le pasaba algo, o que Manu había tenido algún
problema.
—Manu se cayó anoche por la escalera —me dijo de sopetón.
Me dio un vuelco el corazón y noté que la sangre me subía a
la cabeza.
—¿Qué se ha hecho? —dije.
—Parece que nada. ¡Me dio un buen susto! Eso es todo. Os
llamé a casa, pero no estabais.
—Habíamos salido al cine y a cenar con unos amigos. Debías
habernos llamado al móvil.
—Estuve observándolo y pensé que no merecía la pena llamaros,
supuse que habríais salido y no quise estropearos la noche.
—¿Y cómo fue?
—Debió de perder el equilibrio, quizás porque le duele la
rodilla. Cayó hacia atrás y dio varias vueltas hasta llegar abajo. Me asusté
mucho y él también.
—Podía haberse matado, pero afortunadamente no le ha pasado
nada —dije.
—Manu es muy fuerte, aunque anoche se quejó después de la
caída.
Ya en el coche le estuve preguntando a él. Me ha dicho que
estaba bien, pero hoy no he querido llevarlo a Bailes de Salón y le he dado un
Ibuprofeno.
© Manuel Navarro Seva
4 comentarios:
Deseando de conocer como continúa la historia ;-)
Gracias, María José, por pasarte por aquí. Sobre Manu habrá nuevas historias. Esta, de momento, acabó bien. Espero.
Hola Manuel, ya sabiendo que Manu está bien, me engancho a estas historias de vida,llenas de amor.
Me encantó conoceros y compartir unas horas realmente gratificantes.
Un abrazo para ambos.
Hola, San. Nosotros lo pasamos muy bien y disfrutamos de esas horas que pasamos con vosotros. Fue un gusto conoceros. Seguiremos en contacto.
Un abrazo mío y de mi mujer para los dos.
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