En casa siempre cocinó ella, pero al quedarme sin
trabajo, le dije que no se preocupara más de la cocina. Compré el libro Las recetas ricas y sanas, seguí los
programas de la televisión, me esforcé y conseguí aprender a preparar
algunas cosas sencillas. Un día me lancé, hice un calamar relleno. Ella dice
que sé darle el punto a lo que hago. Sobre todo los fines de semana, cuando se
sienta a leer el periódico con una cerveza mientras yo preparo la comida.
©Manuel
Navarro Seva
2 comentarios:
Me ha gustado el micro. Sabes darle ese toque melancolico a lo que escribes. Además, la cocina está de moda, jeje.
Un barazo, Manuel.
Gracias, Purificación. Un abrazo.
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