miércoles, 19 de febrero de 2014

Penitencia

Foto de internet
Mientras confieso mis pecados, el cura mira hacia abajo con la cara ceñuda; debe de ser grave, pienso; pone las manos sobre mis hombros. Luego acerca su boca a mi oído y susurra palabras que apenas entiendo. Puedo notar su mejilla cálida junto a la mía. Me molesta sentir los pelos de su barba mal afeitada. Su mal aliento. Acaricia mi nuca con mano sudorosa y dice que rece tres padrenuestros. Me santiguo y regreso a mi sitio en el banco. Rezo mi penitencia. Cuando llego a casa le pregunto a mi madre si es pecado no confesarse.  

©Manuel Navarro Seva 

2 comentarios:

Nelo dijo...

Genial micro. Saludos

Manuel Navarro Seva dijo...

Nelo, gracias por pasar. Saludos.