Foto de Olearys |
Ayer mañana, cuando
estaba ayudando a Manu a entrar en la ducha, me ha dicho que lleva nueve días
con nosotros. Le he preguntado cuántos ha estado con su hermana y me ha dicho
que catorce. Y yo, que dónde está mejor, si en su residencia o con nosotros; y
él me ha contestado que en los dos sitios. Siempre responde así. Pero yo intuyo
que tiene ganas de volver a su casa. Ayer tarde quiso hablar con Camuñas. Llamó
a la centralita y consiguió hablar con él. Su compañero de habitación le
preguntó que cuándo iba a volver y él le dijo que cuando acabara el
coronavirus. Al terminar de hablar con él, me pasó con la cuidadora del turno
de tarde. Ha habido cuatro usuarios enfermos pero ya están bien, y varios
cuidadores han estado o están de baja. Los bomberos han desinfectado la
residencia.
Manu sigue una rutina
perfecta: música, tablet, televisión, baraja de cartas, dominó, aperitivo,
comidas. Aplausos en el balcón a las ocho de la tarde, más televisión y a las
doce en punto a la cama. Me gustaría tener su capacidad de adaptación.
Madrid, 19 de abril de 2020
© del texto Manuel Navarro Seva
2 comentarios:
Buenos días
Me ha parecido muy interesante el relato. Refleja muy bien una forma, que creo bastante positiva, de afrontar lo que estamos viviendo.
Un saludo.
Juan.
Muchas gracias, Juan.
Un saludo.
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